11 de agosto de 2006

Luz a luz III

Germán Dehesa
Reforma
11 de Agosto del 2006

Como ya sabrán mis lectores de ayer, esta voz informativa tuvo que hacer el tristísimo, el lamentabilísimo, el ridiculísimo papel de Manuel Bartlett y salir a los medios a decir con voz babeante: se me cayó el sistema. Ese amarguísimo trago ya pasó. En esta media tarde del jueves les puedo informar que, con todo y el largo periodo de ausencia, ya hemos logrado liberar 8 recuerdos y medio y la cantidad de ciudadanos participantes es de 94,396. ¡Aleluya!, créanme que el éxito de este ejercicio de insistencia ciudadana pacífica que a todos nos pertenece me tiene feliz como hace mucho no lo estaba. Por favor, sigan participando, corran la voz y recuerden que, en cuanto liberemos estas 16 imágenes, subiremos otras 16 y así, de 200 mil en 200 mil, creo que lograremos reunir un millón de voces y de voluntades ciudadanas.

Desde el principio anunciamos que se trataba de un juego, pero de un juego muy serio. De lo que se trata es de echar a andar la bola ciudadana y sin tomar partido (que en este caso no es nuestro asunto) recuperar el papel protagónico que en este tortuosísimo proceso nos ha tocado, o nos tocaría ocupar; porque, a ver díganme, ¿para qué los ciudadanos citamos a elecciones?. Respondo: para escoger al grupo de empleados nuestros más presentable posible con el fin de que este grupo se ocupe del bien común (¿oíste, Encinas?) y nos sirva con eficiencia y lealtad a nosotros los ciudadanos. Así las cosas, ahora resulta que los candidatos y todos sus achichincles hablan sin parar; los partidos, los decrépitos, los disfuncionales, los monopólicos partidos no dejan tampoco de argüendear y de asumir poses heroicas y de emitir discursos donde el nombre de Benito Juárez y la palabra democracia comparecen cada tres renglones. Todos hablan menos nosotros que somos los que pagamos íntegra la fiesta y vamos a ser los directamente afectados si este borlote no termina de manera pacífica como tendría que terminar.

Este ejercicio virtual, este plantón cibernético es un primer modo de tomar la palabra y manifestar rotundamente nuestro desacuerdo ante el secuestro de esa Avenida y ese Zócalo que son de todos. Para eso, para despejar la ancha avenida de la democracia, es que hemos encendido nuestra luz.

Creo que es en el libro titulado "Vuelo de Noche" (y si no, algún lector caritativo me corregirá) que Antoine de Saint-Exupery narra hermosamente cómo, a ras de tierra, la luz que se enciende en cada hogar cuando llega la noche, no es más que eso: la luz de determinada casa. Aborda Saint-Exupery su avión, toma altura y mira hacia abajo esas luces aparentemente individuales y dispersas. Ya no lo son; son ahora el dibujo, el río de luz, producido por toda la comunidad de los hombres. En eso estamos, precisamente en eso estamos. Nos hemos dado a la tarea de diseñar un mapa posible de la Ciudad que queremos.

Seguramente estarán entrando ciudadanos de toda la República. Bienvenidos. Esta Ciudad es hospitalaria y generosa. Bueno, digamos que solía serlo y que quiere recuperar esta condición. Pásenle a su Ciudad y dispensen el tiradero. Le estamos dando una alzadita.

Alguno de ustedes preguntará: a ver, díganme ¿este jueguito de los pixeles, del luz a luz, para qué sirve?. Tengo una firme respuesta: el primer requisito para que algo sea, es imaginarlo. Y si somos miles los que nos concentramos en este juego de la imaginación, a la realidad no le quedará más salida que admitirnos.

Entonces, queridos, queridas, no hay que aflojarle; sigamos luz a luz y vayamos mentalizándonos para la megapachanga que hemos de organizar cuando literalmente nos salgamos con la nuestra.

Por lo pronto: HOY TOCA.


¿QUÉ TAL DURMIÓ? DCCCLVl (856)

¿Qué tal durmieron MONTIEL y Jimmy Neutrón con sus notarios?.

Cualquier correspondencia con esta columna foqueadísima, favor de dirigirla a

german@plazadelangel.com.mx (D.R)

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