2 de mayo de 2006

La Soberbia

Razona tu voto

Recientemente este término ha salido mucho a relucir ligado al escenario político mexicano, es por ello que me permito citar algunos fragmentos del libro: Los Siete Pecados Capitales, que a fines del año pasado publicó Fernando Savater, y que en uno de sus capítulos, obviamente, toca el tema de la soberbia.

En el libro el escritor y filósofo español analiza la incidencia del concepto de pecado y su sentido actual en pleno siglo XXI, asegurando que su noción no es exclusivamente religiosa. "Pecado es lo que nos causa daño", sintetiza Savater.

Veamos pues lo que Savater expone sobre la soberbia y saquemos nuestras propias conclusiones sobre como aplica a ciertos políticos mexicanos –y a todos quienes quieran ponerse el saco– en la actualidad.

La soberbia no es sólo el mayor pecado según las escrituras sagradas, sino la raíz misma del pecado. Por lo tanto de ella misma viene la mayor debilidad.”

“Quizá lo más pecaminoso de la soberbia sea que imposibilita la armonía y la convivencia dentro de los ideales humanos… Que alguien se considere al margen de la humanidad, por encima de ella… probablemente ése sea el pecado esencial.”

“No hace falta remontarse a la teología para convertir en pecaminosa la soberbia.”


“Hace años que vengo predicando contra los que hacen de su pensamiento ortodoxo una cuestión de fe. Estos individuos se obligan a olvidar la razón del otro, que se transforma —casi como un juego de palabras— en la sinrazón, en la no existencia de contenidos razonables en las posturas asumidas.”

“Por otra parte, nada me abruma más que la falsa humildad. Cuando alguien dice ‘yo no quiero nada para mí, todo lo que pido lo quiero para otros’. Mala señal. A mí la gente que no quiere nada, me produce desconfianza.”

“Ser soberbio es básicamente el deseo de ponerse por encima de los demás. No es malo que un individuo tenga una buena opinión de sí mismo … lo malo es aquel que no admite que nadie en ningún campo se le ponga por encima.”

“Los soberbios no le dejan paso a nadie, ni toleran que alguien piense que puede haber otro delante de él. Además sufren la sensación de que se está haciendo poco en el mundo para reconocer su superioridad, pese a que siempre va con él ese aire de ‘yo pertenezco a un estrato superior.”

Si no lo consideran el mejor, el soberbio sufre lo indecible porque todos son agravios, se siente un incomprendido…”

“La principal característica que tiene el soberbio es el temor al ridículo… El ridículo es el elemento más terrible contra la soberbia. Por esa razón los tiranos y los poderosos carecen de sentido del humor, sobre todo aplicado a sí mismos.”


“La soberbia es el valor antidemocrático por excelencia. Los griegos condenaban al ostracismo a aquellos que se destacaban y empezaban a imponerse a los demás. Creían que así evitaban la desigualdad entre los ciudadanos.”

“La soberbia es la antonomasia de la desconsideración. Es decir: ‘Primero yo, luego yo y luego también yo’.”

“Se trata de quienes tal vez no tengan conciencia de lo que están haciendo por auto glorificación, pero en la práctica piensan: ‘Yo cuento mucho más que usted’. Hay algunos que lo hacen en forma imperceptible a primera vista, pero otros lo muestran con gestos, pequeños o ampulosos o diciéndoselo en la cara a los demás, con lo que corre el riesgo de conseguir el enfado y el rechazo.”

“Pero sus caídas suelen transformarse en tragedias que no pueden superar en sus vidas. Por ejemplo, las Escrituras dicen que Cristo derrotará a los soberbios y humillará a los grandes, porque en definitiva son los que más sufren en las derrotas y a los que tiene sentido vencer.”

“Pero, ¿cómo evitar caer en la soberbia? El remedio es muy simple, pero a veces duro de asumir: ser realista.”

“En definitiva la soberbia es debilidad y la humildad es fuerza. Porque al humilde le apoya todo el mundo, mientras que el soberbio está completamente solo, desfondado por su nada. Puede ser inteligente, pero no sabio; puede ser astuto, diabólicamente astuto quizá, pero siempre dejará tras sus fechorías cabos sueltos por los que se le podrá identificar.”


¿Suena familiar?
razona2voto@yahoo.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Excelente artículo! Felicidades.
Con los fragmentos de la soberbia que recopilaste de Savater, me describiste perfercto a López Obrador. Y claro, no contestó la preguntas de Víctor Trujillo porque su mayor temor es el rídículo; no tiene sentido del humor y por eso le incomoda "El Privilegio de Mandar"; está perdiendo la razón y se siente agraviado porque las encuestas no lo favorecen... y lo más terrible, desde mi punto de vista: el que no quiere nada para sí y todo para los demás, provoca MUCHA DESCONFIANZA!!! Definitivamente un país con López Obrador es el México que NO deseo.