Denise Maerker
Excelsior - Atando Cabos
16-05-2006
Llevo una semana explicándole a quien me lo pregunta por qué no le hice yo la entrevista al subcomandante Marcos. Mi respuesta es siempre la misma y muy sencilla: Marcos prefirió dársela a Carlos Loret de Mola. No me creen. Prefieren seguir pensando que en realidad todo fue un montaje para hacerle publicidad a Marcos y perjudicar a Andrés Manuel López Obrador. Los más radicales hacen la siguiente secuencia “lógica”: voto panista a favor de la Ley Televisa, luego caída artificial en las encuestas de Andrés Manuel y para terminar lo rematan con Marcos en el canal de las estrellas. No le di importancia hasta que un hombre a quien respeto y admiro mucho, Lorenzo Meyer, relacionó en mi programa de radio esa entrevista con la campaña de miedo que tanto éxito le ha dado al PAN para destronar a AMLO del primer lugar en las encuestas. Lorenzo me dij “Al PAN y a su candidato no les estaba yendo bien hasta que tocaron el tema del miedo, muy propio de la derecha por cierto, entonces sí subieron en las encuestas. Pero no había imágenes que sustentaran este miedo. Con lo de Atenco y lo de Lázaro Cárdenas y con la aparición del subcomandante Marcos en Televisa en un horario estelar, ya es posible darle sustento a ese grito de miedo, ya no nada más es una falsa barda de ladrillos cayendo.”
-Pero lo ves como eventos fortuitos que favorecen a Acción Nacional o como algo planeado -le pregunté.
-¿Tener al subcomandante en el canal 2 a esa hora es un accidente? Nunca había estado ahí.
No hubo tiempo de mayores explicaciones. Pero me quedé intranquila. Es cierto, llevamos quince días mostrando imágenes violentas pero porque esos hechos de violencia se han dado.
En cuanto a Marcos, muchos periodistas llevábamos meses buscándolo. En enero fui a Chiapas con ese propósito, llegué el día en que murió la comandanta Ramona. Después de los enfrentamientos en San Salvador Atenco y del papel protagónico que se le estaba atribuyendo era muy probable que Marcos fuera a hablar. Lo sabíamos. El viernes en Atenco lanzó un desafió, le iba a dar la entrevista a quien subiera en ese momento al templete a recoger un cartucho de escopeta, tenía cuatro.
El ambiente era tan tenso y tan adverso para los medios que nadie se movió. Unos minutos después Joaquín Fuentes subió y le dieron el cartucho, también estaba una reportera de Loret de Mola que tomó otro.
A partir de ese momento, el equipo de Carlos y el mío nos lanzamos con todo para ver quién obtenía primero la entrevista. Parecía que me la iba a dar a mí, el sábado estuvimos afuera de su refugio en Iztapalapa preparados para hacerla. Esperamos cuatro horas. Entonces nuestro enlace, Sergio Rodríguez Lazcano, director de la revista Rebeldía, nos dijo que habían leído mi artículo de Excélsior del jueves anterior, donde escribí que quizás era tiempo de estar con los policías y que mejor lo iban a pensar. Nos fuimos. El lunes en la noche le confirmaron a Carlos que se la iban a dar a él. Les interesaba, me cuenta Carlos, que fuera en vivo, y entre 7 y 8 de la mañana, porque es el horario en que Primero Noticias se ve en Europa.
Desde entonces me han preguntado muchas veces y he oído y leído las más increíbles historias del porqué y del cómo de esa entrevista.
Fue Marcos quien decidió, como lo hacen todos los personajes que en un momento dado, a veces de manera muy fugaz, son el personaje-noticia. Él hizo lo que pensó que le convenía más.
Si fue lo correcto o no para su causa o si la entrevista gustó o no es otra cosa, pero es un error y un peligro meter todo en la hipótesis del complot.
Ese clima de sospecha que pende sobre los medios puede tener consecuencias nefastas. El equipo de Punto de Partida que estuvo en San Salvador Atenco para cubrir desde adentro el operativo de desalojo —y que nos permitió tener imágenes de la violencia policíaca— tuvo que ir sin sus identificaciones de prensa, por miedo a la reacción de los radicales de La otra campaña, quienes sólo aceptan a los que llaman medios alternativos. El problema es que cuando llegaron los policías dando golpes a diestra y siniestra tampoco tenían con qué identificarse.
Afortunadamente esta vez no pasó nada.
Los periodistas nos ocupamos de lo que es noticia. El día en que sesudamente analicemos antes de hacer una invitación el impacto que la entrevista va a tener sobre la coyuntura política o sobre los candidatos en una contienda electoral, habremos dejado de ser periodistas para convertirnos en políticos militantes.
Ojalá eso nunca suceda, muy a pesar de todas las partes que preferirían siempre ver en pantalla solamente con lo que coinciden y lo que les conviene.
16 de mayo de 2006
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1 comentario:
Hola, me gustaría aprovechar tu interesante artículo para invitarte a visitar una modesta tira cómica acerca de los medios de comunicación que acabo de publicar en mi blog. Muchas gracias.
Hipersensibilidad a los informativos de los medios de comunicación
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