28 de abril de 2006

Patología obradorista

Raúl Cremoux
El Universal
Viernes 28 de abril de 2006

¿De qué se protege quien se pone a distancia de sus iguales? El sicólogo social Jean Francois Wallon responde con el término de "alteridad" y lo desarrolla como "cualquier alteración resentida como una amenaza". Quien así lo siente, procura hacerse de lado, exiliarse, abstraerse para evitar un mínimo de confrontación directa aunque lo haga a distancia, concluye el historiador Cornelius Castoriadis en su intervención sobre el fin de la historia celebrada el año 2004 en Montpellier, Francia.

El debate recién efectuado por cuatro aspirantes presidenciales no sólo es una demostración de que, como sociedad, penetramos cada vez más en las entrañas de la democracia moderna, lo cual significa en términos antropológicos que los otros, cualesquiera que estos sean, dejan de ser "aquellos" para convertirse en seres semejantes. El sentimiento igualitario implica que el loco, el raro, el deficiente, los ricos, los sabios, los marginales o los que padecen dolor o prisión, son lo mismo en la formación de lo igual. En este sentido, para un ser seguro de sí mismo, sólido en sus convicciones democráticas, pleno de proyectos de servicio, la igualdad es el eje sobre el que gira su conducta.

Cuando se indica que por estrategia, es menester ausentarse para desde fuera pretender ganar lo que se debió haber obtenido merced a las ideas, el doctor Wallon expresa que se trata de casos en los que un probable y oculto complejo de desviación está desarrollándose. Esto puede incubar "una visión en la que el individuo cree que es diferente; superior o emancipado al punto que no puede participar en competencia con sus pares. El rasgo sicótico puede estar presente". Y aquí un buen número de autores exponen que de eso es precisamente de lo que se nutre quien a toda costa busca el poder; poder de sobresalir para estar encima de los demás.

En su obra El miedo a la vida, ensayo sobre las pasiones democráticas, Ediciones du Seuil, 1992, Wallon indica: "Aquellos individuos que -en igualdad de condiciones- y pudiendo participar competitivamente prefieren la abstención, anticipan sus propias debilidades haciéndolas mayores ante sus ojos para negarlas más tarde como producto de los males que otros les provocan". Estamos claramente ante disfunciones del pensamiento demiúrgico que por todas partes ve al mal y al sufrimiento mientras las cosas no salgan tal como las desea.

Los cuatro candidatos nos mostraron el martes que ahora los conocemos un poco más; sabemos de sus filias y fobias, de su forma de encarar los obstáculos y de su capacidad de síntesis para externar sus proyectos. Patricia Mercado, desde un partido fuerte y extendido podría haber sido una seria aspirante a presidirnos; Roberto Campa debe seguir con dolor de vientre, y Madrazo, tan buen interlocutor en corto, por artes del diablo resulta desagradable y poco creíble. Felipe Calderón ha basculado la ruta hacia Los Pinos. Además de articulado y con gotas de alegría y buen humor, tiene que sortear las piedras que le ha puesto el errático gobierno de Fox. Aún faltan semanas, un segundo debate y los adelantados aguaceros de mayo y junio que, sometidos al rigor climático, podrían aún ponernos en la indeseable trayectoria de un ser cuya patología está en ruta de colisión con los anhelos y necesidades de la mayoría de los mexicanos.

cremauxra@hotmail.com
Escritor y periodista

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