Ricardo Alemán
El Universal - Itinerario Político
Jueves 25 de mayo de 2006
El objetivo es justificar la derrota y tener un pasaporte a la sobrevivencia política de mañana
Sólo un milagro podrá salvar al PRI y a su candidato presidencial, Roberto Madrazo, de la anunciada derrota del próximo 2 de julio. Un milagro que a 38 días de esa fecha fatal no se anuncia por ningún lado. Y eso lo saben en el cuartel general del otrora partido hegemónico. Por eso el PRI fue el primero en "tirar la toalla" y en buscar una tabla salvavidas.
El esquema parece muy fácil. Pero de alto riesgo. Al ver que se aproxima la derrota, Madrazo -junto con Andrés Manuel López Obrador-, decidió patear la mesa y tirar las piezas del tablero. Como una rabieta de niños, en el antaño popular juego de las canicas, en donde el perdidoso sorprendía a todos con el inesperado "¡ya no juego!", y se retiraba con todo y canicas. El objetivo es desacreditar el proceso electoral, justificar la derrota y conseguir un pasaporte a la sobrevivencia política de mañana.
Juntos, el PRI de Madrazo y el PRD de AMLO ya iniciaron una avalancha de denuncias contra el presidente Fox -por meter las manos al proceso electoral-, y contra el Partido Acción Nacional, al que acusarán de todo lo imaginable, en espera de que las autoridades correspondientes fallen en sentido contrario a sus demandas. Con ello justificarán la "perversa elección de Estado" que supuestamente se opera desde las alturas del poder.
Y mientras tanto, enviarán piquetes de protestantes a los actos de campaña de Calderón -lo que por cierto ya realizan-, lo mismo que a los recorridos presidenciales por todo el país, en lo que llamarán "el repudio popular espontáneo contra la elección de Estado". Pero también intensificarán -y también ya lo hacen-, el descrédito al IFE, al TEPJF y todo lo que huela a instancia electoral, en tanto que rebosarán las cadenas de correos electrónicos para difundir las presuntas monstruosidades del sistema electoral, del gobierno y de los críticos del moderno "dúo dinámico".
Por cierto. ¿Quién, entre AMLO y Madrazo, será Batman y quien hará el papel de Robin, en su lucha contra la maldad? Y en esta historieta de la política mexicana, ¿quienes harán el papel de los malvados, El Guasón, Dos Caras, El Acertijo?
Al establecer una convergencia con el PRD de AMLO, al embarcarse en la peligrosa nave de la "elección de Estado", en realidad el candidato del PRI está tirando la toalla, reconoce que se agotaron sus posibilidades de triunfo y busca la sobrevivencia, a costa de lo que sea. ¿Cómo explicará Madrazo a sus correligionarios su tercer lugar? ¿Qué explicará? Al parecer intenta sumarse a la causa del descrédito de la contienda electoral para alzarse como la nueva víctima de la lucha entre buenos y malos.
Pero lo que no sabe el señor Madrazo es que en una buena parte de los grupos que hacen posible el aún monolítico PRI; entre ellos gobernadores y potenciales legisladores a las cámaras de Diputados y Senadores, ex dirigentes, ex secretarios de Estado, y hasta grupos empresariales vinculados con el tricolor, ya preparan la guillotina para sancionar al que les prometió el oro y el moro, y seguramente será el derrotado. Más aún, entre los aún poderosos centros reales de poder del PRI, ya se diseña el esquema del Revolucionario Institucional que resultará del "día después", el 3 de julio, y se ensaya el reparto de cuotas, el asalto al botín de guerra.
Por lo pronto, una buena porción de los 17 gobernadores priístas ya han enviado señales hacia Felipe Calderón, e incluso algunos de ellos han platicado con los dos presidenciables más aventajados; Calderón y López Obrador. Al viejo estilo de la política mexicana, prenden veladoras al diablo, a Dios, y hasta a la Guadalupana. No sea la de malas y se queden fuera de la jugada. Pocos se acuerdan, a 38 días del 2 de julio, de Madrazo.
Y es que los mandatarios estatales de origen priísta, en su mayoría, están más preocupados por sus territorios, por la política local y los alcances de sus centros reales de poder -en el Congreso, y en el presupuesto anual para sus entidades-, que en la defensa del que podría ser el tercer lugar en la contienda presidencial. Y no es que le hayan dado la espalda al proceso electoral. No, lo que ocurre es que en no pocos casos los gobernadores debieron someterse a la imposición de candidatos a senadores y diputados vinculados con Madrazo. Bueno, hay quienes hablan del sabor de la venganza.
¿Cuántos de esos gobernadores priístas seguirán a Madrazo en la aventura de reventar la elección para salvar su cabeza? Los habrá, pero es previsible que sean muy pocos, porque el resto jugarán el juego del poder, que los ha convertido en virreyes de sus respectivos territorios, y que los llevará a pactar con el nuevo elegido, sea del PAN o del PRD. Y un fenómeno similar se podría producir con los diputados y senadores del PRI que lleguen al Congreso. A pesar de haber sido palomeados por Madrazo, no existe ninguna garantía de que le serán leales.
Pero la anunciada derrota del PRI en julio está lejos de ser el fin de ese partido. Acaso lo sea de Madrazo, pero la sacudida podría acercarlo a lo que muchos priístas esperan, que se convierta en un verdadero partido político, más que una gavilla que llegó por la vía del asalto. Al tiempo.
aleman2@prodigy.net.mx
25 de mayo de 2006
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