23 de junio de 2006

Dos visiones

Leopoldo Mendivil
Crónica
23 de Junio de 2006

Si usted analiza las opiniones de nuestros intelectuales y las de los periodistas, encontrará que mientras la mayoría de los primeros simpatiza con Andrés Manuel López Obrador, la mayoría de los segundos discrepa.


Pero si compara las líneas ideológicas de unos y otros, encontrará más diferencias de matiz que de fondo. Todos queremos borrar el México de la riqueza insultante frente a la pobreza lacerante y todos conocemos más o menos los factores que han mantenido esa situación durante toda nuestra historia. Casi todos rechazamos el neoliberalismo pero sabemos que hasta Cuba y China participan de la globalización.

Quizás las diferencias entre intelectuales y periodistas obedecen a que aquéllos tratan de construir la utopía en cuanto concepción de un gobierno ideal, mientras nosotros reseñamos el mundo de la realidad.

Así, los intelectuales apoyan a López Obrador porque ofrece la guerra contra la iniquidad con tanta pasión que le creen por igual los más y los menos letrados.

Los periodistas, en cambio, enfrentamos sus palabras a sus hechos y las cuentas no nos cuadran. Quizás hasta su mesianismo le aceptáramos si no chocara con la deshonestidad intelectual que revelan sus acciones.

Se entiende que quienes sufren la pobreza acepten las promesas de quien les ofrece otro futuro, pero cuesta aceptar que quienes hacen del razonamiento su herramienta principal eliminen, de la fórmula el factor que la imposibilita. A más b es igual a c, pero a más h no puede dar c…

Lo más fácil para justificar a AMLO es aceptar las persecuciones de que dice ser víctima, pero veamos:

AMLO violó la Ley de Amparo. Se declaró perseguido, principalmente político y se defendió con su innegable liderazgo, pero en su modalidad de subversión, y la debilidad federal prefirió no enfrentarlo. Consecuencia: los desacatos al Amparo prácticamente se volvieron costumbre en diversas instancias del gobierno capitalino. Pero nadie perdona los excesos de poder en que incurrió Marta Sahagún.

López Obrador decidió que los recursos para construcción de los segundos pisos fueran declarados información restringida durante ¡12 años! y no hubo autoridad que lo objetara. Pero se descubrieron los abusos del ex gobernador Arturo Montiel y su familia -mucho menores, por cierto, que los de los segundos pisos- y con toda razón, aunque sin la demostración legal que el caso demandaba, la indignación nacional se le fue a la garganta y acabó con su carrera política.

Nadie olvida los videos de Ponce, Bejarano e Imaz, pero en la cárcel está Ahumada y su familia está sometida a una persecución que podría terminar con su esposa en Santa Martha Acatitla y sus hijos en alguna casa de menores infractores.., ¿de qué?

Anteayer publiqué aquí una visión parcial del estado en que AMLO dejó las finanzas de la ciudad y los servicios que debió entregar sobre todo a los más pobres, según detallan las propias Cuentas Públicas del GDF, pero para los intelectuales esa información o no cuenta, o no vale, o ni siquiera la leen. Pero en Compranet se localizaron las famosas toallas de la pareja presidencial y se volvieron un escándalo que dio la vuelta al mundo.

Esto es algo de lo que los periodistas vemos y los intelectuales aparentemente no. De alguna manera lo entiendo, pues la información no suele contar con el peso emocional de la propaganda, que a tantos intelectuales ha convencido en el curso de la historia…

Pero como lo que está en juego es el país y su futuro, ojalá los intelectuales analizaran la información que los periodistas manejamos, y nosotros buscáramos más la utopía que ellos quieren construir…

[…]

l.mendivil@delfos.com.mx
m760531@hotmail.com

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