7 de junio de 2006

Gana Calderón; pierde AMLO

Ricardo Alemán
El Universal
07 de junio de 2006

Andrés Manuel López Obrador se remitió a repetir las mismas generalidades que ha presentado

Lo suyo no era, nunca fue el debate. Y en la segunda exhibición mediática de los cinco candidatos presidenciales, el mal llamado debate, el aspirante de la coalición Por el Bien de Todos resultó apabullado por casi todos los participantes. Lugares comunes, frases gastadas, carencia de propuestas, intentos fallidos de responder sobre su gestión en el gobierno capitalino. Y al final, AMLO intentó un descontón al panista Felipe Calderón, al acusar a su cuñado de no pagar impuestos, sin presentar pruebas.

El ganador indiscutible de la segunda pasarela mediática resultó ser Calderón. Y es que lo del candidato del PAN es precisamente el debate. Pero además él fue el primero y casi el único que intentó un debate, al abrir la crítica sobre su principal contrincante, Andrés Manuel López Obrador, al acusar a su gestión de ser la más corrupta -según Transparencia Internacional- y la más insegura. El objetivo de Calderón, claramente, fue el candidato de la coalición Por el Bien de Todos.

Sin embargo, AMLO se vio nervioso, no respondió a esa ni a otras acusaciones, a pesar de que en repetidas ocasiones Calderón lo llamó “mentiroso”. Más aún, mientras que el panista resultó el que más propuestas presentó -lo que no significa que hiciera las mejores propuestas-, López Obrador se remitió a repetir las mismas generalidades que ha presentado en cuanto a inseguridad, inversión, federalismo, migración y reforma del Estado.

Pero la sorpresa, sin duda, la dio Roberto Madrazo, quien -contra lo que ocurrió en la primera pasarela- en esta ocasión apareció como uno de los más preparados, el más seguro, el que recurrió con éxito al mensaje corporal. Sin embargo, Madrazo se encargó de hacer la crítica al gobierno de Vicente Fox, una crítica puntual que Calderón no respondió, porque el verdadero debate se centró entre Calderón y Obrador. A pesar de que Madrazo hizo su mejor papel, sigue cargando una pesada losa de incredulidad, de desconfianza, al tiempo que el candidato del PRI no cayó en la confrontación, porque su objetivo parecía el voto de los indecisos, los votantes que no tienen militancia partidista y rechazan precisamente la confrontación.

Otra sorpresa la dio Roberto Campa, quien se mantuvo al margen de la confrontación, salvo uno que otro “machucón” a Madrazo y Obrador, pero en general centró su intervención en una bien diseñada estrategia de propuestas. Campa, sin embargo, parece no haber superado el problema que mostró en la primera pasarela. Y es que a pesar de su elocuencia y lo puntual de sus propuestas, no logró la comunicación corporal. Se le vio acartonado, poco expresivo, con un lenguaje plano. A fin de cuentas, parece haber disputado el segundo lugar de la confrontación.

El caso de Patricia Mercado fue significativo. Siguió la misma estrategia aplicada en el primer debate. Pero se le vio nerviosa, poco preparada, improvisó en la mayoría de los temas e incluso se perdió en el tiempo. Debió ser interrumpida en por lo menos una ocasión. Mercado pudo haber perdido una buena porción del voto ganado en la anterior pasarela.

Lo más significativo del segundo debate fue la confrontación entre dos de los cinco candidatos; Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador. En cada uno de los temas, el candidato del PAN lanzó pullas al del PRD, las que al final de cuentas no fueron respondidas o, de plano, lo dejaron callado. Así, Calderón abrió fuego contra AMLO, cuando se trataba el tema de la seguridad. El DF, en la gestión de López Obrador, fue la entidad más endeudada, la más insegura y la más corrupta. En respuesta al tema de la inseguridad, AMLO dijo que como jefe de Gobierno se reunió todos los días, muy temprano, para atender personalmente los asuntos de la inseguridad. Luego dijo que una muestra de que la gente aprobó su gestión de gobierno son las encuestas que le dan una ventaja de tres a uno en la capital del país.

El segundo punto de confrontación entre los candidatos del PAN y del PRD se dio cuando Calderón llamó “mentiroso” en repetidas ocasiones a AMLO, “porque el responsable del Fobaproa fue el PRI” y uno de ellos fue “Arturo Núñez, que es candidato del PRD, precisamente por Tabasco”. López Obrador dijo que respondería al asunto, pero al final no lo hizo. Cuando se trató el tema del federalismo, Calderón volvió a la carga, y se refirió al chofer de AMLO, “Nicolás Mollinedo, quien tiene un salario de 70 mil pesos y a un hijo estudiando en el extranjero”. No más Nicos, dijo. López Obrador tampoco respondió. Como tampoco dijo nada cuando el panista acusó al dirigente del PRD, Leonel Cota, de haber sido un gobernador con un supersueldo.

Casi al final, cuando AMLO intentó responder sobre el asunto del Fobaproa, dijo que presentaría un expediente que demuestra que el cuñado de Calderón, “el cuñado incómodo no paga impuestos”, y que su empresa ganó millones de pesos. “Miente, miente”, dijo Calderón, quien retó a López Obrador a que presentara pruebas. Al final AMLO resultó el gran derrotado.

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