26 de julio de 2006

El huerfanito

Germán Dehesa
Reforma - Gaceta del Ángel
26 de Julio del 2006

Emplearé palabras que sólo los mexicanos pueden entender plenamente y lo haré para dar un brevísimo boletín acerca del estado de mi maltrecha salud: creo que estoy mejorcito y con esto quiero decir que gracias a la acción de enérgicos antibióticos y de unas “nebulizaciones” tan drásticas que soy yo el que queda nebulizado, grandes dosis de agua y oxígeno en abundancia; creo que gracias a todo esto y a un anafre copalero que me va a traer mi amiga La Bruja que baila alrededor del anafre y entona antiguos cánticos aztecas, me voy sintiendo mejorcito y en vías de recuperar mi plena forma. Nomás faltaba que me diera de alta en el ejército de las calacas sin saber en qué paró el desmadre de AMLO y de Felipe.

Aquí me tienen dándole a la talacha sin proyecto alguno de irme a la “Riviera Maya” y, por si algo faltara, sometido a una dieta terrible. Hoy desayuné, lo juro, un tazoncito de melón, ¡seis almendras! y café al gusto (no sé al gusto de quién, pero así dice). Dehesa sufre, aunque confieso que estoy pagando una larga factura que comencé a acumular la Navidad pasada y que hoy me tiene con una silueta de perfil que parece o de Hitchcock, o de alguien que se hubiera tragado un Volkswagen. Pero ahora sí, nada ni nadie me detendrán hasta que quede como Agustín Lara. Insisto: Dehesa sufre.

Entiendo que todo esto que he dicho es una colección de minucias junto al severo engarrotamiento que vive la República. Acepto que Andrés Manuel organice actos de masas, envíe a su rival misivas inútiles y visite los medios para descalificarlo todo, salvo su eventual victoria; acepto también que Felipe ande en lo suyo, que conteste lo único que tiene que contestar y que entre él y su oponente libren la guerra de los moñitos. Sin embargo, lo que todo esto me provoca es, como a Denise Dresser, una aguda sensación de orfandad. No es que quiera yo apurar a los del Trife, pero con la debida cortesía les pido que ya no la hagan de episodios y expidan un pronunciamiento en el que anuncien a) el recuento voto por voto, o bien b) el triunfo de alguno de los dos. Sólo así podremos terminar con todo este jueguito tan irresponsable y tan perjudicial para esa patria que, por lo visto hasta hoy, les viene quedando muy lejos a ambos candidatos. Si sólo se tratara de un conflicto personal, pero está de por medio un país en donde cada vez hay más ciudadanos, un país que ha aguantado y ha luchado mucho por el respeto a sus derechos y a sus logros y que a la vista de la espléndida actuación de sus ciudadanos el 2 de julio, no merece, ni tiene por qué aguantar ese juego de vencidas que están librando dos que no acaban de entender que, por lo pronto, únicamente son pretendientes a servidores públicos; no se mandan solos, aunque actúen como si así fuera y algún día no muy lejano tendrán, eso espero, que rendir cuentas a esos millones de ciudadanos que no votaron ni por uno, ni por otro y que no entienden ni aceptan que a instituciones nuestras y respetables como el IFE y el Trife, se las cargue AMLO con tropical desenfado y nos comunique que ambas carecen ya de legitimidad, nomás porque no le alzan el brazo y por los monumentales lapsus del buen Pericles Ugalde. Sería importante que ambos contendientes comprendieran que no pueden servirse del país; su chamba, si es que decidimos otorgársela, consistirá en todo lo contrario; será servir a su país.

Y ya. Creo que esta colaboración salió muy semejante a mis nebulizaciones, pero es que me urge que mi patria vuelva a ser respetada y respetable, cuidada y no maltratada, impecable y diamantina. La muchedumbre gritona contra la mayoría silenciosa; premio único e indivisible: lo que quede del país.

¿Qué tal durmió? DCCCXLIV (844)

Ya regresó ARTURO MONTIEL. Ésas son buenas noticias. ¿Por qué no lo encarcelan?


german@plazadelangel.com.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

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