28 de mayo de 2006

Ironías políticas

Andrés Pascoe Rippey
Crónica
28 de Mayo de 2006

Una palabra que nos gusta particularmente es “ironía”. Tiene un toque de inteligencia e intelectualidad poder crear y reconocer una ironía, por lo que siempre las andamos buscando con regocijo. Según el diccionario, la ironía es una “figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice”. Pero una ironía también es, según otras definiciones, “una expresión que manifiesta un contraste deliberado entre el significado aparente y el deseado, o una incongruencia entre lo que podría esperarse y lo que realmente ocurre”. La presente elección es, sin duda, la mayor colección de ironías en la historia contemporánea de México. Hagamos una pequeña revisión:

  1. Roberto Madrazo acusa sobre una “Elección de Estado”. ¿Madrazo? ¿El de las elecciones de Estado en Tabasco? Ese mismo se ha convertido ahora en vigilante de la transparencia y garante de la legalidad.
  2. El sub Marcos, después de años de criticar a Televisa, les da una larga entrevista en estudio. No le preocupa todo lo que ha dicho, y sigue diciendo, contra la tele. Y no sólo eso, dedica su entrevista a hablar sobre su propia belleza física.
  3. PRD pide a Fox dejar de hacerle propaganda a Calderón. Me parece muy bien, pero entonces, ¿por qué defiende a Encinas por hacer lo mismo con Ebrard y AMLO?
  4. El PAN-DF demanda a Encinas por el apoyo a Ebrard. Defiende a Fox por hacer lo mismo.
  5. AMLO no ve mal la creación de una alianza con el PRI, después de años de acusar una alianza “PRIAN”, y en lugar de descartarla la piensa, duda, se desentiende y finge que él no manda en el PRD.
  6. El niño verde, pobre niño verde, acusa a de Fox de negociar con él. Ahora eso es malo. Hace un plantón VIP y parece gritar ¡háganme caso, carajo!
  7. El PRD demanda a Fox con los argumentos... del Niño verde. ¿De plano? ¿Ni siquiera les dio para generar sus propios argumentos?
  8. El PRD asume la defensa de los líderes más charros y corruptos de uno o varios sindicatos corporativizados. Atrás quedaron los días de combate por la libertad sindical. Charros, vengan a nosotros, tráiganos sus huestes y seguirán en el poder. Bonita izquierda.
  9. AMLO asegura que, junto con el PRI, implantará la legalidad, al tiempo que señala “Permanecen acrecentadas (what?) nuestras críticas al clientelismo de invención priista”. Invento muy perfeccionado por el PRD, vale decir.
  10. Manuel Bartlett, prócer de la democracia mexicana, llama al voto útil por el PRD para detener al PAN. ¿Bartlett, aquél que operó el fraude electoral de 1988? ¿Qué está pasando?
  11. Manuel Camacho, otro operador del fraude de 1988, acusa al PAN por la complicidad que tuvo... con él.
Y por último, la mayor ironía de todas: el 3 de julio, si las tendencias siguen como están, AMLO perderá la presidencia y Marcelo Ebrard (junto con su jefe Camacho), priista de cepa que combatió al PRD hasta casi exterminarlo, será el perredista más poderoso de todos al controlar al GDF. El rey ha muerto, viva el rey Marcelo.

Dedico una buena parte de mi tiempo a leer a todos los editorialistas posibles y constato, con extrañeza, que la palabra definitoria de esta elección es “polarización”. Hay una bola de nieve de terror a la polarización social. “Nos acercamos a una catástrofe” dicen muchos. Todos, según sus propias convicciones partidistas, acusan a los otros de la campaña del miedo. Se usan, con total irresponsabilidad, términos como “guerra sucia” o “elección de Estado”, etcétera.

Sin embargo, no deja de llamarme la atención el nivel de angustia que retuerce a la mayor parte de los llamados “formadores de opinión”. Muchos parecen estar al borde de un quiebre nervioso.

Miro a París y, francamente, no veo que México esté en una situación tan melodramática. ¿Ha habido en México, en esta elección, vandalismo generalizado y fuera de control que se extienda por todo el territorio? Eso pasó aquí hace sólo unos meses, cuando los barrios pobres se rebelaron. ¿Ha habido manifestaciones de más de 4 millones de personas que, a lo largo de todo el país, exigen la renuncia de dos de los hombres más importantes del gobierno? Aquí sí.

La violencia social y la rudeza política que hay en Francia son muy superiores a las mexicanas y nadie piensa que el país va a dejar de existir.

Sí ha habido violencia —como en Atenco— y no es nada despreciable. Sí debe preocuparnos y sí debemos ponerle atención; también ha habido conflictos sindicales y violencia criminal y también son importantes. Pero me van a perdonar: México no se está colapsando. ¿Las familias se están fragmentando irremediablemente? ¿Los amigos se dejan de hablar? ¿La sociedad se colapsa por sus ideas políticas?

La neta, creo que lo que nos gusta entender como “polarización” es más bien una natural tensión política (“pasión electoral”) que se da en cualquier elección apretada, que no termina de definirse, y donde se están jugando proyectos muy distintos de nación.

La angustia que domina a los pensadores tiene más que ver, creo, con una nueva realidad que nadie se está preocupando por analizar: esta es la primera elección que nos toca en la que el PRI está fuera de la jugada. ¿Cómo entender la política mexicana sin el PRI? ¿A dónde se van todos los ex votantes priistas? ¿Quién controla a las huestes que solían votar de forma mecánica? Nadie sabe, nadie supo. Por mucho que Madrazo quiera fingir que él puede decidir quién gana, la verdad es que ya no controla a nadie.

Y por eso los cambios en las encuestas que todos tratan de explicarse y nadie termina de lograr. El motivo por el que la gente ha cambiado de opinión en esta elección es muy sencillo: cambiamos de candidato porque podemos. Es decisión nuestra.

Ese es el verdadero problema de esta elección. Sin un PRI malvado que maneja todo, que domina todo, no podemos entender la realidad electoral. Y lo que no entendemos nos asusta harto. ¿Podrá Madrazo, con su credibilidad, tronar la elección? ¿La sociedad lo aceptará?

Me sospecho que habrá gritos y sombrerazos después de la elección, pero que México seguirá en pie. Y la ironía final será que todos pronosticaron el final de los tiempos, pero los tiempos los ignoraron.

Es importante entender estas ironías, observarlas y darles seguimiento, porque es sólo a través de ellas que podremos ver quién es quién en esta elección. Sólo mirándolas de cerca nos quedará clara la hipocresía de AMLO, la necedad de Fox y la mediocridad de Madrazo.

Entonces, la palabra clave de esta elección no es polarización: es ironía.

apascoe@cronica.com.mx

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