27 de junio de 2006

Elegir el futuro

Macario Schettino
El Universal
27 de junio de 2006

El domingo elegiremos, entre todos los mexicanos, al gobierno que tendremos para los próximos seis años. Serán, muy probablemente, los seis años más difíciles de México en tiempos de paz:

En los próximos seis años, el gobierno no tendrá recursos para cubrir su gasto normal. Para el 2008, el gasto en pensiones y el servicio de la deuda de proyectos de infraestructura (Pidiregas) consumirán la mitad de la recaudación, lo que provocará un déficit de 6% del PIB, considerando el dato de los requerimientos financieros del sector público. Esto sólo puede evitarse con una reforma fiscal seria.

En los próximos seis años, México tendrá una crisis energética importante. Para el 2009 ya no tendremos capacidad de exportación de crudo. Ya desde el año pasado, con ingresos históricos de 32 mil millones de dólares, el resultado neto fue negativo, dado el tamaño de la inversión necesaria para que Cantarell siga funcionando, y la cantidad de gasolina que tenemos que comprar fuera, porque no podemos hacerla acá. Evitar esta crisis exige una reforma energética profunda.

En los próximos seis años, China alcanzará un ingreso por habitante igual al de México, lo que implica que será del tamaño de la economía estadounidense. Y así como en los últimos ocho años el crecimiento de China implicó la elevación de precios de materias primas, en los próximos seis ejercerá una presión muy importante sobre el mercado mundial de alimentos. Especialmente, habrá problemas con los mercados de carne (de todo tipo) y de productos del mar.

En los próximos seis años, la economía "occidental" tendrá una contracción. Especialmente la economía de Estados Unidos, que tiene un nivel de gasto muy superior a lo que puede mantener. Ese país compra 87% de lo que vendemos, así que cuando frene su gasto, lo mismo ocurrirá con nosotros. Nuestras ventas a Estados Unidos representan cinco veces el tamaño del gobierno mexicano, en valor agregado. Es decir que la caída de ese mercado no puede ser compensada por un mayor gasto del gobierno. Este proceso de ajuste ya inició, pero no sabemos cómo irá desenvolviéndose.

La combinación del crecimiento de China (e India) y de la contracción de la economía "occidental" provocará un ajuste importante en la geopolítica, que hoy amenaza con dejar a América Latina un lugar similar al del África subsahariana, es decir, poco menos que nada. Evitar este desplazamiento exigirá una política internacional muy creativa.

El proceso político de México obligará, en los próximos tres años, a un nuevo mapa partidista, que implica la desaparición (o casi) del PRI y la aparición de nuevas fuerzas. Facilitar ese cambio, promover la creación de nuevas reglas institucionales, pasar a una nueva etapa en la transición democrática, requerirá de grandes esfuerzos de conciliación y tolerancia.

Este proceso será aún más importante porque el presidente habrá sido elegido por la primera minoría, y no por la mayoría de los votantes. Esto obligará a tender puentes entre los diferentes grupos políticos, más allá de los partidos, que hoy ya no son los agentes relevantes en la vida nacional. Insisto, es un asunto de negociación, primordialmente.

No podemos elegir cuál de estos retos enfrentar, porque todos estarán ahí. Sí podemos, en cambio, elegir a quien queremos al mando del gobierno. Por lo que le he comentado, creo que no habrá duda de que requerimos alguien que tenga, al menos, alguna idea de lo que está pasando en el mundo, que tenga interés en sacar adelante las reformas estructurales, y que tenga un historial de negociación política. Me parece que ese alguien es Felipe Calderón.

Optar en este momento por alguien que no quiere entender al mundo, que no quiere impulsar reformas, y que tiene un claro pasado (y presente) autoritario, sería un gravísimo error. Cuando, en los años 70, enfrentamos retos parecidos, Luis Echeverría, con estas características, destrozó al país. Al menos en ese caso tuvimos la excusa de que nosotros no lo elegimos. Hoy esa excusa no existe.

El pasado es para aprender de él, no para repetirlo. Frente a los retos que tendremos, hay que elegir el futuro. Y hay que hacerlo el domingo.

macario@macarios.com.mx
Profesor en la EGAP del ITESM-CCM

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