Joaquín López Dóriga
Milenio - En Privado
19/07/2006
Ahí van, tras una causa, un enemigo y un mártir. Florestán
Ayer, Andrés Manuel López Obrador cometió un error que trató de ser subsanado con un comunicado de prensa del PRD, en el que se nos recomienda tener “la cabeza fría y el corazón caliente”.
Todo comenzó al mediodía, a la salida del encuentro de Felipe Calderón con los dirigentes del Congreso del Trabajo, en el Club de Periodistas: cuando unas ocho personas al coro de “¡voto por voto, casilla por casilla!”, se le cruzaron al subir a la camioneta, le gritaron e insultaron.
Una hora después, con Carlos Loret de Mola en una entrevista, López Obrador volvía a mostrar su dificultad para desmarcarse de lo que tiene que deslindarse, al negarse a condenar la agresión.
—¿Justifica usted lo que pasó esta mañana? —le preguntó Loret.
—No, no, no lo justifico —le contestó—. Sencillamente lo explico. Sí es un fenómeno que se está dando porque hay mucha inconformidad en la gente; la gente fue burlada, no se respetó la voluntad de los ciudadanos...
—¿Condena usted los hechos de esta mañana contra Felipe Calderón...?
—No, no, no, no. Condeno el fraude electoral y me explico...
—¿No condena que haya una agresión física, verbal, una increpación directa a un candidato presidencial?
—No, no, no, Carlos. A ver —le reviró—, ¿tú condenas el fraude electoral?
—Otro día, si quiere, me hace una entrevista....
—No, no, no (...). Un comunicador como tú, en un país democrático, después de ver (el fraude), te dedicarías a repetir, cada vez que tuvieses un micrófono enfrente, de que esto es inaceptable (...). Tú me pides condenar (el ataque a Calderón) y yo condeno el fraude electoral porque es el resultado de una inconformidad legal, legítima, esto es, legítima defensa.
Y el diálogo siguió, ríspido, una hora más en la que López Obrador no quiso desmarcarse de lo que tenía que haberse desmarcado.
Por lo demás, los hechos de Filomeno Mata son expresión del riesgo de convocar a la resistencia civil y no decir de qué se trata.
Retales
1. LOS PUÑOS. Preocupante, la declaración de Manuel Camacho sobre el cambio de sonrisas por puños. Ayer se vieron los primeros;
2. MANDA. En medio de conflicto postelectoral no se entiende, bueno, quizá sí, que Manuel Espino se haya ido de vacaciones a España, abandonando la plaza y al candidato de su partido. Por más mandas que se invoquen, la generosidad del apóstol Santiago no alcanza; y
3. DURÍSIMO. Alfonso Durazo no será senador. Sólo logró 16 por ciento de los votos, López Obrador en la presidencial llegó hasta 26 por ciento en Sonora. Como primera fuerza sonorense en el Senado quedó el PAN, luego el PRI y al final, el PRD. En la presidencial primero Calderón, segundo Andrés Manuel y tercero Madrazo.
Nos vemos mañana, pero en privado.
19 de julio de 2006
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