17 de julio de 2006

La antesala de un nuevo liderazgo

Pedro Ferriz de Con
Excélsior - El Búho no ha muerto
17-07-06


Ni sumados los votos de Demetrio Sodi y Beatriz Paredes le hubieran pegado a la aplanadora de Marcelo Ebrard en las recientes elecciones por la Jefatura de Gobierno en la Ciudad de México. La ola de votantes que tienen en la capital de este país e ideas ligadas a una necesaria izquierda nos hacen pensar que el PRD y las alianzas que con ellos se puedan formar en el futuro deben ser tomadas en serio, si ese partido político y sus afines están dispuestos a tomar —también— en serio el compromiso de llevar su lucha política a una realidad libre de mesianismos y expresiones tribales que, más que poder, proponen confrontación con los que, hoy se percibe, tienen "alguna forma" de poder.

Sabemos que algo diferente y eficaz hay que hacer por los pobres de México. Conservar esta tendencia de desarrollo que privilegie a unos cuantos, sin pensar en un bienestar de masas, constituye un suicidio… ¡Claro que primero los pobres!… pero no bajo el postulado de vernos como enemigos. No se trata de empobrecer a los que tienen para dárselo a los que no. ¡Por supuesto que hace falta "una honestidad valiente"! Administrar con honestidad las posibilidades de un pueblo es indispensable para una democracia… y lo de la "valentía" que no sirva de pretexto para brincarse las leyes.

"La gente manda y juzga"… bueno, eso está por verse, de hecho nos pasaríamos páginas y páginas pensando en el tema, pero que no se entienda esto como un banderazo de salida para hacer caso omiso al peso de las instituciones que hemos formado los mexicanos para impartir justicia. Ni los banqueros son "parásitos" ni los que tenemos otra condición… "pirrurris".

Promovamos justicia social en un marco de concordia. Esta generación de mexicanos debe gozar de derechos sin olvidar obligaciones. ¿Qué, forzosamente tenemos que dividir a un pueblo en la meta superior de sacar a los pobres de su tragedia? ¿No sería mejor pensar que, más que "sacarlos" de esa condición, debemos crear el marco para que ellos sean quienes con su esfuerzo, libertad y educación… salgan?… No tengo la menor duda de que una gran cantidad de votos que se llevó el PRD en las pasadas elecciones fue porque impulsaba la idea de que regalaría dinero.

Todavía vivimos en un país en donde el "regalo y la dádiva" —entiéndase limosna— resultan argumentos demasiado atractivos. "Quiero su voto bajo la premisa de que a ustedes no les voy a cobrar impuestos", "regalaré dinero a los viejitos", "haré que tengan lo que no han tenido", "los ricos son todos deshonestos y no pagan impuestos", los pobres son víctimas y ¡miren a sus verdugos!... Desarrollo es suma y no resta.

Un gobierno responsable promueve respeto, no encono. Si "la izquierda", en política, significa voltear a ver a quienes menos tienen como el objeto de su quehacer, entonces no tengo duda que de aquí en adelante todo lo que impulsen los siguientes gobiernos tendrá que pasar por esa izquierda. Recapacitar sobre la reciente campaña lanzada por la coalición Por el Bien de Todos me hace pensar que no falló el mensaje… falló el mensajero.

Si López Obrador hubiera dado una mínima muestra de responsabilidad, equilibrio, ortodoxia institucional, sentido de unidad entre dos Méxicos, pidiendo alianza "a los que tienen" para cumplirle a los que no, el efecto hubiera sido otro. Una cosa es que haya llegado la hora de la justicia, otra, el momento de la venganza… con conceptos así —no tengo duda— hubieran arrasado en las pasadas elecciones.

Pero el efecto final que acabó comunicándose es que daba más miedo que esperanza, en medio de una necesidad concreta. ¡Pobre de quien no aprende de lo que le dicta su entorno! Este pueblo ha lanzado un primer reclamo en su joven democracia. Que no nos dé miedo una propuesta izquierdista. Lanzo un reto y un mensaje a los potenciales líderes de ese punto de la geometría. Veo delante para ellos… para Ebrard, los Cárdenas, Patricia Mercado, Alejandro Encinas, Ricardo Monreal, Gilberto Rincón Gallardo, Amalia García… un enorme hueco por donde pasar a la oportunidad de dirigir a México. Con planes concretos… no obsesiones. Haciendo sumas que multipliquen, no restas que dividan. Con la ley en la mano y no el machete

Dándole todo el tiempo al buen juicio y la congruencia y no al constante tropiezo de la incoherencia. Somos un pueblo tan noble que nos sigue causando terror el embate del Mio Cid, aunque lo sabemos "muerto" sobre su caballo. Cuando el TEPJF lo juzgue conveniente, daremos vuelta a esa hoja del 2 de julio y por fin entraremos a la fase de hacer planes.

Después de haber "hecho" a mano este ejercicio de democracia, ya nos merecemos un poco de paz. Pero dejo el reto a los nuevos líderes de la izquierda mexicana. Aquí los esperamos para saber de qué formas pueden "seducirnos" con sus ideas para un México justo. Digamos que AMLO pudo lograrlo pero no quiso o no supo. Simplemente se perdió… Pero eso ya es pasado. Fue un accidente peligroso que sirvió para pensar seriamente en los que hoy no tienen una esperanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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