29 de agosto de 2006

Impugnaciones resueltas

Mario Moya Palencia
Excélsior
29-08-06

La sesión del TEPJF fue compleja y no fácil de entender para quienes carecen de experiencia jurídica y procesal.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al resolver oportunamente ayer, en sesión pública, 275 juicios de inconformidad contra la elección presidencial y cuatro contra la asignación hecha por el IFE a otros tantos legisladores de representación proporcional, definió la integración del Congreso de la Unión y dio un paso adelante en la siguiente fase del "computo final": la declaración de validez de los comicios presidenciales y la de Presidente electo.

En los términos de las sentencias que fueron aprobadas unánimemente por los siete magistrados, el único asunto contencioso pendiente es la impugnación de validez de la elección presidencial por causales de "tipo abstracto" —como la intervención de autoridades gubernativas— hecha valer por la coalición Por el Bien de Todos, la cual se remitió a la etapa calificatoria.

De esa manera se desecharon o sobreseyeron aquellas demandas de los juicios que eran improcedentes o cuyos promoventes no acreditaron su personalidad. En los demás, en que se entró al estudio del fondo, se anularon algunas casillas en que tal sanción procedía, se confirmó el cómputo de todas las no impugnadas y de aquellas cuya impugnación fue desechada, y se preparó la recomposición del "cómputo final", que quizá sea dado a conocer en breve, tomando ya en cuenta las pequeñas variaciones como consecuencia del recuento de 11,839 casillas.

El magistrado presidente del TEPJF, licenciado Leonel Castillo Gónzalez, explicó que los criterios que sustentaron las sentencias "no fueron creados hoy, ni para el caso, son tesis de jurisprudencia decantadas durante los 10 años en que ha existido esta Sala Superior. Estos criterios se han aplicado unas veces a favor y otras en contra de los diversos partidos políticos; son criterios conocidos, firmes, no ad hoc". Insistió en que hay reglas que los jueces no pueden remontar, especialmente la exigencia de impugnación (por la que no es posible recontar las casillas no controvertidas) y la invocación de hechos que sustenten la controversia, sin lo cual muchas pretensiones fueron desestimadas.

La sesión del Tribunal Electoral fue compleja y no fácil de entender para quienes carecen de experiencia jurídica y procesal.

De la lectura de los proyectos que realizó el secretario de acuerdos y los comentarios de todos los magistrados se desprende que aquéllos fueron resultado de un trabajo arduo y de equipo, hecho a conciencia, en el que se encontraron errores humanos y fallas numéricas reparables que fueron corregidas, pero, en cambio, no se descubrió una tendencia dolosa que hubiera perjudicado o beneficiado a alguno de los dos candidatos punteros.

Particularmente importante fue la recalificación de los votos reservados en la diligencia de recuento, en que los magistrados buscaron privilegiar la validez de los mismos, porque en ellos se sustenta la voluntad de los ciudadanos. Expresamente, se reconoció la imparcialidad y la eficiencia de quienes actuaron como funcionarios electorales, de los integrantes de los consejos distritales del Instituto Federal Electoral y de todos quienes han intervenido en las labores del Tribunal o están pendientes de ellas, incluidos representantes de partido y también de medios de difusión.

Fue un ejercicio que ejemplifica la judicialización de la política, en el mejor de los sentidos. No tuvo un carácter dogmático sino de tolerancia dentro de la estricta legalidad y los principios electorales rectores, y se encaminó a establecer con certeza "qué fue lo que realmente ocurrió el 2 de julio".

Ahora debemos esperar la siguiente fase.

mmoyapalencia@prodigy.net.mx

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