1 de septiembre de 2006

La comedia y la tragedia del sexto informe

Ciro Gómez Leyva
Milenio – La Historia en Breve
31/08/2006

Qué importa si mañana el presidente Fox sube o no a la tribuna de San Lázaro. Qué importa si lee o entrega por escrito su sexto Informe, o si los diputados del PRD y el PT le cierran el paso en el salón de sesiones, o si cuatro, cinco, diez legisladores se cortan las cejas y tumban los dientes.

Todo eso no pasaría de ser comedia. Y como buena comedia, sería rica en acciones repentinas e ingeniosas. Tendría personajes originales y ridículos. Pero pasado el sobresalto inicial, los espectadores se darían cuenta de que no hay motivo para angustiarse porque lo más que podría suceder es que se alteraran los valores del protocolo.

Pero si alguien, como se ha sugerido, piensa que es una buena idea tomar como rehén a Vicente Fox, o si las anunciadas protestas en las calles escalan, o si alguien calculó que es hora de aportarle un primer muerto al conflicto poselectoral, la crisis devendrá tragedia.

En una tragedia, los personajes terminan siendo víctimas de terribles pasiones. Los desenlaces son funestos: catástrofes que infunden terror.

El prólogo de la tragedia está escrito. Para unos es un fraude electoral desvergonzado; para otros, una insurrección alimentada por resentimientos criminales. Por fortuna, en ninguno de los dos casos la obra tiene resuelta aún la segunda, tercera, cuarta parte: la desgracia que se desencadena, el sufrimiento, las muertes.

Se escribió aquí el lunes que de López Obrador y sus duros no cabe esperar un análisis racional de intereses y deseos, pues viven ya la fase de la “purificación social”. Y de un personaje tan limitado e irresponsable como Vicente Fox sería una ingenuidad esperar que surja la inteligencia política.

Toca, pues, a los legisladores del PRD y el PAN comenzar a escribir la parte dos de la obra. Razones para sentirse traicionados sobran en uno y otro frente. Motivos para guerrear tienen a montones. Sería hasta cierto punto una decepción que no interpretaran una buena comedia el viernes. Pero la tragedia es otro género.

Los diputados están en libertad de elegir qué tipo de obra dramática van a representar. Y como son libres, bien pueden optar por la tragedia. Si así lo hacen, que no digan después que no entendieron lo que estaba ocurriendo. Que leyeron mal el guión. Que estaban confundidos...

gomezleyva@milenio.com

No hay comentarios.: