AMLO: perder la opinión pública

Leo Zuckermann
Excélsior - Juegos de Poder
12-07-06

El día de ayer analizaba por qué AMLO podría ganar la batalla por la opinión pública. Hoy, argumento por qué podría perderla debido a cuatro elementos.

El primero es de naturaleza argumentativa. Si bien los lopezobradoristas pueden cuestionar a los calderonistas de por qué no quieren recontar todos los votos, éstos podrían contestarles por qué sólo quieren hacerlo en la elección presidencial y no en las de diputados y senadores. Francamente resulta incongruente por parte de los lopezobradoristas decir que hubo fraude en la primera y no en las otras. Es evidente la hipocresía de los candidatos ganadores de la coalición Por el Bien de Todos al Congreso que, por un lado, reciben sonrientes sus constancias de mayoría de las juntas locales del IFE y, por el otro, cuestionan al mismo Instituto por la elección presidencial. Para ganarse a la opinión pública no funciona tener un doble estándar.

El segundo elemento tiene que ver con el injusto cuestionamiento que se hace a la honestidad de casi un millón de mexicanos que el 2 de julio contaron los votos, y de los miles de representantes de los partidos políticos, incluidos los de la coalición Por el Bien de Todos, que atestiguaron el proceso. Muchos ciudadanos se sienten insultados por la duda que sobre ellos vierte López Obrador. No alcanza con decirles que él reconoce que ese día participaron ciudadanos, "pero también mapaches".

El tercer elemento tiene que ver con la credibilidad de AMLO y su equipo. Durante la campaña repitieron a diestro y siniestro que ellos sí respetarían el resultado que diera el IFE. Incluso firmaron un pacto con los otros partidos. Lo hicieron, al parecer, porque se creían ganadores. Sin embargo perdieron y, entonces, desconocen la labor y el conteo del IFE. Manuel Camacho, operador de AMLO, ahora dice "que se cuenten los votos, y si ahí perdemos, ahí se acabó". La pregunta es por qué, en esta ocasión, tendríamos que creerles. ¿De verdad van a cumplir con su palabra cuando no lo han hecho en el pasado?

Sin embargo, quizás el elemento más importante que podría llevar a que AMLO pierda la batalla por la opinión pública sea el del acceso a los medios, sobre todo la televisión. En los últimos días, es evidente que los medios electrónicos, tan generosos y hasta obsecuentes con AMLO durante la campaña, ya decidieron bajarle el perfil y la cobertura al perredista. Incluso lo han criticado fuertemente por no cumplir con su palabra de reconocer los resultados electorales y seguir dividiendo a la sociedad, como sucedió en el final del programa cómico de Televisa, El Privilegio de Mandar.

Es lógico que esté sucediendo esto. Los concesionarios, empresarios al fin y al cabo, desconfían de un político dispuesto a movilizar a las masas para cuestionar y presionar a las instituciones. Su lectura es sencilla: si hoy las movilizan en contra del IFE y para amedrentar al Tribunal Electoral, mañana podría ser en contra de cualquiera de ellos. Esta idea por supuesto que les desagrada y, debido a eso, comenzaron a cerrarle sus espacios al perredista. Y ya sin medios, sobre todo sin la televisión, el perredista difícilmente conseguirá ganarse a la opinión pública. AMLO, que ha vivido de las cámaras, podría acabar muriendo sin ellas.

leo.zuckermann@cide.edu