13 de julio de 2006

Norte y sur

Catón
Reforma
13 de Julio del 2006

La primera tarea que Felipe Calderón deberá emprender como Presidente de México será la reconciliación de los mexicanos. No creo que tendrá dificultad para cumplir esa labor. Es cierto: la elección presidencial dividió al País en dos zonas geopolíticas que casi matemáticamente quedaron separadas en un norte azul y un amarillo sur. No menos cierto es, sin embargo, que después de esta contienda tan áspera, tan ruda, la Nación en su conjunto ansía volver a la paz y la tranquilidad. Calderón tiene la disposición y aptitud que se requieren para lograr que México vuelva otra vez a unirse. Pero después de lo pasado, esa tarea trasciende los meros límites de lo político, y deberá adquirir un contenido social impostergable. Millones de mexicanos mostraron con su voto un anhelo de reivindicación que no se puede desoír sin riesgo. En mis conferencias siempre he dicho que debemos ir hacia los pobres antes de que ellos vengan contra nosotros. Calderón ha declarado que hará suyas algunas de las propuestas de la izquierda, y eso está muy bien. Pero el combate verdadero a la pobreza no se libra con dádivas paternalistas que ponen en riesgo la economía del País, sino con la creación de empleos que lo fortalecen. Ésa, la creación de empleos, fue la promesa principal que hizo el panista, y fue quizá tal planteamiento el que lo hizo ganar la elección. Los jóvenes, en efecto, tan inclinados siempre a un cambio, votaron por él más que por los radicalismos populistas de AMLO. Quizá lo que en seguida voy a decir sonará simplista (así suena casi todo lo que digo), sin embargo, igualmente lo diré: Calderón habrá de gobernar mirando sobre todo al sur, pero con métodos del norte. Deberá combatir las desigualdades que hicieron que el norte de México votara de un modo y el sur de otro. Eso tendrá que hacerlo propiciando que en el sur, tan pródigo en recursos naturales, actúen los mismos factores que han actuado en el norte, cuya naturaleza es menos rica: la educación, el trabajo, la salud, la tendencia a la modernidad, la superación de dogmas y prácticas cuya insuficiencia ha sido demostrada ya. Dicho de otra manera, el gobierno de Felipe Calderón, que él ha dicho será un gobierno para todos -así tiene que ser-, deberá mostrar una “opción preferencial por los pobres”. Es decir, deberá ser un gobierno que mire principalmente a la justicia social… ¡Bien dicho, columnista! Cumplido está tu deber de orientar a la República. En esta ocasión has orientado su futuro, siendo que muchas veces has orientado su pasado, tarea ciertamente menos riesgosa y con menor grado de dificultad. Narra ahora algún lene cuentecillo que aligere la grave carga de tu misión orientadora… Un terrorista entró en la cabina del jet y puso el cañón de su pistola en la cabeza del copiloto. “-Si no llevan el avión a Iraq -amenazó-, le volaré los sesos a este hombre”. Con toda calma el copiloto apartó de sí la pistola y dijo al hombre: “-Estás loco, amigo. Soy el encargado de la navegación. Sin mi ayuda el piloto no sabría a dónde ir; el avión caería al mar y tú morirías con todos”. Entonces el terrorista le apuntó al piloto. “-Es lo mismo, amigo -le dijo el piloto-. Mi compañero no puede él solo llevar el avión y aterrizarlo. Sin mí, el jet se estrellaría”. El terrorista, entonces, le apuntó a la azafata. La chica se inclina sobre él y le dice unas palabras al oído. Ante el asombro de la tripulación el terrorista le entregó mansamente la pistola y se rindió. “-¿Qué le dijiste?” -le preguntaron estupefactos a la chica el copiloto y el piloto. Respondió ella: “-Le dije que, si me mataba, al llegar a tierra él tendría que hacerles a ustedes lo que tengo que hacerles yo”… FIN.

afacaton@prodigy.net.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

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