14 de julio de 2006

Hasta que la gente se canse

Demetrio Sodi de la Tijera
El Universal
14 de julio de 2006

La pregunta que mucha gente se hace es: ¿hasta dónde está dispuesto López Obrador a llevar el conflicto electoral que estamos enfrentando?


Para Felipe Calderón el mejor escenario es que el conflicto y la protesta vayan perdiendo fuerza y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no enfrente una presión social que lo obligue a abrir todos los paquetes electorales o a anular la elección y, por lo tanto, confirme lo más pronto posible el triunfo que tuvo en las urnas y en los conteos preliminar y definitivo. Para López Obrador la estrategia es totalmente diferente, sabe que perdió y nunca va a reconocer el triunfo de Felipe Calderón; su única posibilidad es montar una farsa para desprestigiar la elección y al IFE y esperar que la movilización e inestabilidad política y social obliguen al tribunal, no sólo a abrir los paquetes, sino a anular la elección.

La elección del pasado 2 de julio ha sido la mejor organizada y limpia de nuestra historia. El comportamiento del IFE y sus consejeros ha sido ejemplar, y las pruebas que ha presentado el PRD para descalificar la elección han sido ridículas; por eso quieren la apertura de todos los paquetes electorales, para ver si el tribunal encuentra lo que ellos no han podido encontrar. Recurren a las movilizaciones, no porque crean que la apertura de paquetes vaya a revertir el resultado electoral y de el triunfo a López Obrador, sino para crear una tensión política y social que obligue al gobierno y al tribunal a anular la elección.

Si realmente confiaran en el TEPJF no le darían prioridad a la movilización social, ni a convencer a sus seguidores de que ganaron pero son víctimas de un escandaloso fraude electoral. López Obrador y su equipo más cercano saben que perdieron, y saben que la única posibilidad de mantenerse en la vida política es convirtiéndose en víctimas de una elección de Estado y de un gran fraude. No importa lo que determine el Tribunal, nunca van a aceptar su derrota y van a cuestionar, durante los próximos seis años, la legitimidad de Felipe Calderón. Es una estrategia para mantenerse vivos políticamente y no perder el control del PRD.

López Obrador se rodeó de un grupo de ex priístas que le apostaron todo su futuro político a esta elección y que son mal vistos dentro del PRD. Ellos fueron los principales responsables de que AMLO perdiera; por ellos y por el autoritarismo de López Obrador, muchos perredistas se alejaron y no votaron por él. Mintieron diciendo que iban arriba en las encuestas y ahora quieren justificar sus errores inventando un fraude electoral que no existió.

Desgraciadamente, AMLO y su equipo están dispuestos a llevar al país a una situación extrema. No es un conflicto entre derecha e izquierda o entre pobres y ricos, es una lucha por ambiciones políticas y económicas personales. No es una lucha por un proyecto de país, es una lucha por un proyecto personal. No les importa el desprestigio de las instituciones o la inestabilidad política y social que provoquen, sus ambiciones están primero.

No sabemos hasta dónde puede llegar el conflicto electoral, porque no tiene que ver con el conteo de votos o con la resolución del TEPJF; si el resultado les es adverso, no se anula la elección, y se le da el triunfo a Felipe Calderón, están dispuestos a impulsar una confrontación política y social durante los próximos seis años. Nunca van a aceptar que perdieron y nunca van a reconocer la legalidad de la elección y el triunfo de Felipe Calderón. Con ellos no es posible la negociación, lo que hay que esperar es que la gente se canse y les dé la espalda.

demetriosodi@hotmail.com
Senador de la República

1 comentario:

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