13 de julio de 2006

No, señor López

Rafael Álvarez Cordero
Excélsior
13-07-06

Yo creo en la limpieza y la transparencia de las elecciones organizadas por el Instituto Federal Electoral.

No, señor López, usted no puede violentar la decisión soberana de 41 millones de mexicanos, usted no puede ignorar la labor de más de 90 mil orientadores y lo hecho por un millón de mexicanos que trabajaron entre 15 y 20 horas en las 150 mil urnas del país.

No, señor López, usted no puede negar que hubo representantes de su partido —incluido el de la Revolución Democrática— en todo el país y con su firma certificaron la limpieza de la elección en cada casilla; usted no puede negar que 65% de los votantes no lo hicimos por usted.

No, señor López, usted no puede negar la labor del Instituto Federal Electoral (IFE), que cumplió cabalmente los pasos de la ley; usted no puede cuestionar las cifras del PREP, avaladas por matemáticos expertos, con estimaciones de tipo bayesiano, clásico y robusto y confirmadas después en el conteo final; usted no puede deslegitimar la elección porque no le favoreció, no puede inventar "fraudes cibernéticos" que sólo existen en su mente ni convencer a nadie con "videos" que, cuando se explican y aclaran, resultan risibles y sólo muestran su obstinación y necedad.

No, señor López, usted no tiene autoridad ni jurídica ni moral para desviar el camino de México, que es el de la legalidad y la transparencia, virtudes que usted no conoce y que estuvieron ausentes en su administración en el Distrito Federal; usted no puede cambiar con manifestaciones, gritos y violencia lo que con nuestro voto decidimos los mexicanos.

No, señor López, ya ni los perredistas están con usted, muchos están hartos de sus mentiras, de sus ofrecimientos mesiánicos, de la manera tan ruin como cambia los hechos para que se ajusten a su mente tortuosa, de la forma vil como acarrea a los ancianos para que secunden sus delirios de grandeza, de sus extorsiones a taxistas, ambulantes y demás; el hastío llega hasta su círculo más cercano, vea las caras largas de Camacho, Cota, Monreal, etc., ellos también saben que usted perdió y su semblante los delata.

Y si al dirigirme a usted no lo tuteo, señor López, es porque no somos iguales.

Yo creo en la libertad y en la democracia, usted no; yo creo en la limpieza y la transparencia de las elecciones organizadas por el IFE y realizadas por todos los ciudadanos y usted no; yo creo en el acatamiento de las leyes y usted no; yo creo en la dignidad de las instituciones nacionales y usted no; yo creo que todos merecemos respeto y usted no respeta a nadie e insulta a todos, del Presidente para abajo; yo creo en la honestidad y usted solapa a corruptos; yo argumento con razones y usted amenaza con fantasías; no, señor López, no somos iguales.

Lástima, señor López, porque, a pesar de todo, el Partido de la Revolución Democrática recoge muchas de las legítimas aspiraciones de los mexicanos, pero usted sólo quiso llegar al poder sin pensar en México y sin pensar siquiera en sus compañeros de partido.

Lástima, señor López, porque en unos días usted destruyó las esperanzas de millones de partidarios suyos que lo veían como un líder y ahora ven que es un cacique pueblerino; lo veían como un estadista y ahora lo ven como un pendenciero; lo esperaban grande y lo encontraron pequeño, muy pequeño; esperaban que cumpliera la palabra que empeñó antes de las elecciones y se dieron cuenta de que, una vez más, no la cumplió.

Durante más de cinco años, usted, señor López, quiso entrar en la historia, hoy sabemos que sólo quedará en la anécdota.

Lástima, señor López.


raalvare@infosel.net.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

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