13 de julio de 2006

Boda y divorcio

Ricardo Alemán
El Universal - Itinerario Político
13 de julio de 2006

La derrota de AMLO y el triunfo de Ebrard modificarán radicalmente las fuerzas en el PRD

No sólo reputados intelectuales y académicos mexicanos insisten en que la corriente política de Andrés Manuel López Obrador, Manuel Camacho, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Leonel Cota, entre otros, representan a la "moderna izquierda mexicana". No, al despropósito también se ha sumado el periódico francés, Le Monde , que ignorante del origen de ese grupo y sobre todo del electo jefe de gobierno del Distrito Federal, califica a Marcelo Ebrard como "el nuevo líder de la izquierda mexicana".

Dice Le Monde que Ebrard "es el hijo político de Andrés Manuel López Obrador... es más europeo, más tecnócrata, descendiente de emigrantes franceses... un hombre grande y elegante, de piel clara, que seduce a los habitantes de las zonas acaudaladas". Pero todo indica que la seducción de Ebrard llegó más allá de los "acaudalados" capitalinos. El futuro jefe de Gobierno también sedujo a los periodistas de Le Monde, igual que el supuesto fraude en las elecciones mexicanas sedujo a otros influyentes diarios internacionales, de América y Europa. Pero no, en el fondo no se trata de un espontáneo acto de seducción, sino de la fuerte influencia del otrora operador salinista, Manuel Camacho, en esos medios, a través de sus respectivos corresponsales.

Pero lo interesante del elogio de Le Monde al próximo jefe de Gobierno del DF -más allá de las artes seductoras de Ebrard-, es que la mano que siembra la especie del fraude electoral mexicano en la prensa internacional es la misma mano que sembró la idea del liderazgo de Ebrard en la izquierda mexicana. ¿Y eso qué?, podría preguntar una voz incrédula. Pues nada, que el editorial de Le Monde -que a nadie en Francia le importa, pero cuyo mensaje va directo a los ojos y oídos mexicanos- muestra el inicio de la guerra entre la mancuerna Camacho-Ebrard, contra Andrés Manuel López Obrador. ¿Una guerra entre aliados?

En efecto -como lo dijimos aquí el pasado domingo-, la derrota de AMLO en su ambición presidencial, y el triunfo de "su carnal Marcelo" como jefe de gobierno del DF, modificará de manera radical la composición de fuerzas en el interior del PRD y de la mal llamada izquierda. Es decir, que el grupo de Manuel Camacho, a través de Marcelo Ebrard, será el nuevo dueño del PRD. ¿Por qué? Porque ya se apoderó del más importante centro de poder real; el gobierno del DF, y todo el poder político y económico que dimana de esa estratégica posición. Lo mismo que ocurrió cuando AMLO se convirtió en el jefe de gobierno del DF, y le arrebató a Cárdenas al PRD.

Ante esa situación podemos suponer que quien sembró los elogios a Marcelo Ebrard, en Le Monde, sabe que López Obrador no ganó y no ganará la elección presidencial. Y por eso ya declara como "nuevo jefe de la izquierda" mexicana al próximo jefe de Gobierno del DF. Parece el inicio de la estrategia para el recambio de grupos en el PRD, en la mal llamada izquierda mexicana, en donde las luchas sucesorias para el 2012 ya colocan a Marcelo Ebrard como el futuro candidato presidencial, y dejan fuera de la jugada nada menos que a López Obrador, al que ya "queman" políticamente al presentarlo como "un loquito irresponsable", incapaz de reconocer su derrota, pero muy capaz de llevar al país al despeñadero.

En la lógica de Le Monde, Marcelo Ebrard es un hombre sensato, con preparación, de pensamiento moderno, mientras que su "padre político" es lo más cercano a un peligro.

Y pueden tener razón. El problema es que hay un grave error de origen. Nadie les dijo a los corresponsales y editores de Le Monde, que tanto Ebrard, como Camacho y muchos otros de quienes integran el primer círculo de AMLO, son los mismos que en 1988 defraudaron a millones de mexicanos que votaron por el candidato del Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc Cárdenas, y que legitimaron el ilegítimo gobierno de Carlos Salinas. Tampoco les dijeron que Ebrard y Camacho, lo mismo que López Obrador, que Leonel Cota, Socorro Díaz, Ricardo Monreal, nada tienen que ver con la izquierda y que más bien son trapecistas que ayer defendieron el fraude de 1988 y hoy impulsan otro fraude contra unas elecciones legítimas.

Y si querían pruebas de que Ebrard nada tiene de izquierda, habría bastado con que se dieran una vuelta al mitin del pasado sábado, en donde miles de pobres acudieron y fueron llevados al zócalo capitalino, mitin al que asistió Marcelo para darse el infaltable "baño de pueblo", para salir corriendo a celebrar su boda, un evento con tintes monárquicos, ofensivo para el pobrerío, que convocó, casualmente, a decenas de familias de la "horrible oligarquía" que dice combatir la izquierda mexicana. En sus afanes de poder, Ebrard proclama el exitoso "primero los pobres", pero celebra su boda con los poderosos que en el discurso maniqueo "oprimen a aquéllos". Boda y divorcio. Pero más allá de contradicciones ideológicas y manipuleos de la prensa extranjera, el triunfo de Marcelo Ebrard y la derrota de AMLO sólo confirman lo que dijimos aquí el 22 de febrero pasado; el fracaso de la izquierda y el regreso del PRI. Ebrard no es el nuevo líder de la izquierda, es la derrota de la izquierda. Al tiempo.

aleman2@prodigy.net.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

Really amazing! Useful information. All the best.
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